Los paneles están distribuidos en dos áreas de la cubierta del edificio, optimizando la captación solar según la orientación y la inclinación de cada faldón. La energía generada anualmente, estimada en 18.316 kWh, permite un autoconsumo de 10.785 kWh, cubriendo una parte significativa de las necesidades energéticas del edificio, y reduce las emisiones de CO₂ en 6,54 toneladas anuales.
El sistema está equipado con un monitor inteligente SEMS, que ofrece datos en tiempo real sobre la generación y el consumo energético, lo que facilita un control eficiente y sostenible de la instalación. Este proyecto demuestra el compromiso de la iglesia con el cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad.